Divulgación Científica
Endometriosis: una enfermedad común, poco comprendida y mal diagnosticada

La endometriosis es una enfermedad ginecológica crónica que afecta al menos a una de cada diez mujeres en edad reproductiva. Se caracteriza por la presencia de tejido similar al endometrio (la capa interna del útero) fuera de la cavidad uterina, lo que puede generar inflamación, dolor crónico pélvico, infertilidad y trastornos digestivos o urinarios. A pesar de su alta prevalencia, muchas pacientes transitan años hasta obtener un diagnóstico correcto, y un gran porcentaje permanece sin diagnóstico durante décadas.
¿Por qué sucede esto?
Principalmente porque la endometriosis no siempre presenta síntomas claros y sus manifestaciones pueden confundirse con otras patologías. El dolor menstrual intenso, por ejemplo, ha sido históricamente normalizado, lo que retrasa la consulta y el abordaje adecuado. Además, el desconocimiento de esta enfermedad entre profesionales no especializados ha sido uno de los principales obstáculos para su detección precoz.
La importancia del diagnóstico especializado
Un diagnóstico adecuado requiere una consulta ginecológica detallada, una correcta interpretación clínica y, en muchos casos, estudios complementarios como ecografías transvaginales especializadas o resonancias magnéticas. Sin embargo, la confirmación definitiva del diagnóstico se obtiene mediante una cirugía laparoscópica, procedimiento que también permite tratar la enfermedad en el mismo acto quirúrgico.
En Argentina, existen muy pocos cirujanos ginecológicos capacitados específicamente para abordar quirúrgicamente la endometriosis. El tratamiento varía según la edad de la paciente, el deseo de fertilidad, la localización de las lesiones y la gravedad de los síntomas. Puede incluir manejo médico (hormonal), intervenciones quirúrgicas y un enfoque interdisciplinario con nutricionistas, psicólogos y fisioterapeutas especializados en suelo pélvico.
Un enfoque centrado en la paciente
En todos los casos, el objetivo no es solo controlar los síntomas sino mejorar la calidad de vida de la paciente. La endometriosis es una enfermedad real, que duele, que afecta emocional y físicamente, y que merece ser tratada con el respeto, el conocimiento y la experiencia adecuados.
El Dr. Javier Del Longo se dedica desde hace más de 20 años al diagnóstico, tratamiento y cirugía de endometriosis, y ha formado a decenas de profesionales en esta área. Con un enfoque basado en la evidencia científica y el cuidado integral de la mujer, su compromiso es claro: brindar respuestas médicas precisas en un campo donde aún persisten muchas dudas.
El Futuro ya está en Marcha

El futuro ya está aquí, y está guiado por datos, algoritmos y, sobre todo, decisiones humanas bien informadas. La inteligencia artificial (IA) ya no es un concepto futurista reservado a la ciencia ficción o a los laboratorios tecnológicos. Hoy, representa un cambio de paradigma en la medicina moderna. En las especialidades de ginecología y obstetricia, su implementación está modificando la forma en que se diagnostican enfermedades, se personalizan tratamientos, se optimizan procedimientos quirúrgicos y se forman los nuevos profesionales. Con precisión matemática y la capacidad de analizar millones de datos en tiempo real, la IA ofrece una promesa concreta: mejorar la salud de las mujeres con soluciones más eficaces, rápidas y personalizadas.
Estas tecnologías están siendo adoptadas en clínicas y hospitales de todo el mundo, con aplicaciones que van desde la predicción de partos prematuros hasta la cirugía ginecológica asistida por robots. El uso de esta nueva tecnología, a su vez, plantea desafíos éticos y formativo, en un contexto en el que el rol del profesional de la salud se transforma, pero no se reemplaza.
Diagnóstico y Detección Temprana
La capacidad predictiva de la IA permite detectar enfermedades ginecológicas y obstétricas incluso antes de que aparezcan los síntomas. Según FasterCapital (2025), "la IA puede analizar imágenes médicas como ecografías y mamografías con una precisión que iguala —y en algunos casos supera— a la de los radiólogos humanos", lo que contribuye a la detección temprana de cáncer de mama, de cuello uterino y de ovario. Un ejemplo es el uso de redes neuronales convolucionales que identifican patrones invisibles para el ojo humano en ecografías transvaginales.
En obstetricia, la IA también demuestra su valor al predecir complicaciones como preeclampsia, parto prematuro o restricción del crecimiento intrauterino. La Universidad de Guadalajara destaca que "a través del análisis de grandes volúmenes de datos biométricos materno-fetales, la IA puede anticipar riesgos y facilitar intervenciones médicas oportunas" (Gaceta UDG, 2024). Esto permite una atención más preventiva que reactiva, con potencial para salvar vidas.
Además, la IA está transformando la ecografía obstétrica. Un estudio de SciELO (2023) señala que "la IA es capaz de evaluar la madurez pulmonar fetal mediante ecografías, un factor clave para decidir el momento óptimo del parto en embarazos de alto riesgo".
Personalización del Tratamiento
Uno de los aportes más significativos de la IA es su capacidad para individualizar el tratamiento médico. Mediante el análisis de datos clínicos, genéticos y de estilo de vida, los algoritmos pueden identificar cuál es la terapia más eficaz para cada paciente. En medicina reproductiva, por ejemplo, la IA permite afinar protocolos de estimulación ovárica, mejorando las tasas de éxito de la fecundación in vitro.
Como explica el portal Cursos Ginecoestética (2024), "la IA ofrece la posibilidad de desarrollar planes terapéuticos basados en datos reales de miles de pacientes, ajustados a la historia clínica y necesidades de cada mujer". Esta precisión también se está aplicando en el manejo de endometriosis: plataformas como EndoGuide utilizan IA para predecir la respuesta a tratamientos hormonales o quirúrgicos, evitando pruebas innecesarias o tratamientos fallidos (FasterCapital, 2025).
Además, Cureus (2024) destaca que "al integrar información de distintos dominios clínicos, la IA permite establecer correlaciones que de otro modo serían imposibles de detectar, mejorando significativamente la toma de decisiones clínicas".
Optimización de Procedimientos Quirúrgicos
La cirugía ginecológica es una de las áreas donde la IA muestra un potencial disruptivo. La planificación preoperatoria asistida por IA puede reducir los riesgos quirúrgicos y acortar los tiempos operatorios. Según Frontiers in Medicine (2023), "los algoritmos analizan imágenes y datos clínicos para recomendar vías quirúrgicas más seguras, anticipar complicaciones y reducir errores humanos".
Un ejemplo notable es la integración de IA en sistemas robóticos de cirugía mínimamente invasiva. Estos permiten una visualización tridimensional más precisa y movimientos quirúrgicos más estables, especialmente útiles en procedimientos como miomectomías, histerectomías o cirugías por endometriosis profunda.
Cursos Ginecoestética (2024) añade que "la IA ayuda a estandarizar procedimientos complejos, mejorando la calidad y la seguridad quirúrgica mediante evaluaciones personalizadas de riesgo preoperatorio". Esto implica no solo una mejor experiencia para el paciente, sino también una mayor eficiencia hospitalaria.
Educación y Formación Médica
La implementación de IA no solo impacta en el quirófano y la consulta, sino también en el aula. En Málaga, el centro TEC de Quirónsalud ha formado a más de 500 alumnos en su primer año con simuladores avanzados basados en inteligencia artificial (Cadena SER, 2025). Estas herramientas replican condiciones ginecológicas reales, permitiendo a estudiantes y residentes practicar en un entorno controlado y sin riesgo para pacientes.
Además, la IA se está utilizando para analizar grandes bases de datos médicos y generar escenarios clínicos personalizados para la formación médica continua. En palabras del artículo de Enlace Biomédico (2024), "el análisis de datos históricos mediante IA permite identificar patrones de riesgo, facilitando el entrenamiento en diagnóstico diferencial y la toma de decisiones clínicas en tiempo real".
Este enfoque también favorece la medicina basada en la evidencia, ya que los algoritmos pueden sugerir guías clínicas o artículos científicos relevantes durante el proceso de atención, ayudando a médicos jóvenes y experimentados por igual.
La integración de la inteligencia artificial en ginecología y obstetricia no es una moda pasajera, sino una evolución estructural en la forma de ejercer la medicina. Desde la predicción de complicaciones hasta la enseñanza médica, estas herramientas permiten un enfoque más preciso, eficaz y humano. Como señalan desde FASGO (2023), "la inteligencia artificial debe verse como un complemento y no como un sustituto del juicio clínico; la clave está en una implementación ética, segura y orientada al beneficio del paciente". El desafío que sigue es garantizar que esta revolución digital se traduzca en equidad y calidad para todas las mujeres, sin importar su geografía ni su condición socioeconómica.